Machu Picchu, Ollantaytambo, Sacsayhuaman – Alineados con otros lugares antiguos

¿Nos estamos perdiendo de algo? Sabía que Machu Picchu, Ollantaytambo, Sacsayhuaman y otros importantes lugares históricos en Perú, están alineados con otros monumentos ancestrales en todo el mundo, lugares que fueron sagrados para sus propias culturas.

 

Si se pone a seguir el recorrido de la arquitectura megalítica de todo el mundo, es imposible no toparse con ciudades sagradas, misterios escondidos y antiguas civilizaciones con avanzado conocimiento, perdido en algún momento de la historia.

 

Machu Picchu, Ollantaytambo, Sacsayhuaman y otros lugares en Perú, están alineados con ancestrales lugares en todo el mundo

Sabía que estos lugares ancestrales comparten características peculiares, digamos, únicas; aún a pesar de ser muy distantes en tiempo y espacio.

Algunos de estos lugares, ya de por sí inexplicables, sorprendentemente se encuentran alineados sobre una circunferencia que se encuentra a 30° de inclinación con respecto a la línea ecuatorial.

 

Esta línea vincula ancestrales lugares en todo el mundo

Esta línea de 40,000 kilómetros vincula ancestrales lugares en todo en el mundo; las islas de Pascua, Paracas; Nazca, Machu Picchu Ollantaytambo, Cusco, Sacsayhuaman, la tribu de los Dogon, Tassili N’Ajjer, Siwa, Giza, Petra, Ur, Persepolis, Mohenjo Daro, Khajuraho, Sukhothai, Angkor Wat, Preah Vihear, entre otros.

De todos los lugares conectados por esta línea, podemos diferenciar dos grupos claramente; los más antiguos, cuyo origen en muchos casos es incierto y que aun guardan muchos misterios de cómo fueron construidos; y los más recientes, de los que conocemos mucha de su historia, claro, con algunas excepciones, como Machu Picchu.

La mayoría de estos lugares, en especial los del primer Grupo, se puede destacar el increíble manejo de la piedra, exhibida magistralmente en sus megalíticos muros, y que funciona como una constante que podrá notar, si decide seguirle el rastro a estos lugares.

 

“Distancias”

Algo más sorprendente aún, la relación de distancias entre ellos. Por ejemplo; la distancia entre la ciudad de Angkor Wat y Nazca, es la misma que hay entre Mohenjo Daro y la Isla de Pascua.

La distancia entre la Isla de Pascua y Giza es 10,000 veces el numero PHI, y la distancia entre Angkor Wat y Giza multiplicada por PHI, es exactamente la distancia entre Nazca y Angkor Wat. Sorprendente ¿verdad?

 

Distancias del círculo de alineamiento

Esta es la lista de sitios ancestrales y su distancia con respecto a este enorme “círculo”, que intercepta el círculo ecuatorial, formando un ángulo exacto de 30 grados.

 

	Lugar		Distancia del círculo
*	Giza		0 millas
*	Siwa		10 millas
*	Tassili n’Ajjer		0 millas
*	Paratoari		0 millas
*	Ollantaytambo		0 millas
*	Machu Picchu		15 millas
*	Nazca		0 millas
*	Isla de Pascua		0 millas
*	Isla Aneityum		8 millas
*	Preah Vihear		125 millas
*	Sukhothai		5 millas
*	Pyay		5 millas
*	Khajuraho		12 millas
*	Mohenjo Daro		20 millas
*	Persépolis		5 millas
*	Ur		40 millas
*	Petra		6 millas

 

 

Es decir, – supuestamente – sin ningún tipo de tecnología (de la que conocemos en la actualidad), nuestros ancestros “primitivos” alinearon sus principales ciudad, separados por miles de kilómetros, océanos, y a veces, miles de años en la historia. ¿Cómo lo hicieron?

 

Coincidencias

Muchas de estas culturas afirmaron que sus dioses provenían del cielo o de otros planetas, como los sumerios, egipcios, dogones, incas y los indígenas que habitaban las islas de Pascua.

Otra de las increíbles coincidencias es que el Rongo-rongo, lenguaje ancestral de la Isla de Pascua, en Chile, es casi idéntico al proto-índico de Mohenjo Daro, en el actual Pakistán.

Por mucho que la ciencia quiera mantener la “historia” que estas culturas no tuvieron contacto de ningún tipo y que se desarrollaron por si solas, sin influencia una de otra. A estas alturas esto resulta ser una teoría insostenible.

Argumentar que este alineamiento y las similitudes culturales y arquitectónicas son hechos aleatorios o simples casualidades, responde más a un acto de negación que a una investigación científica real.